martes, 13 de febrero de 2018

Una ronda de consejos y aclarando dudas al cliente, moleste a quien moleste.



En estos tiempos confusos donde pondera el circo mediático, reconozco el gran mérito de todos esos entretenedores de fogones, en esta aventura donde no es oro todo lo que reluce y hay que hacer malabares día tras día, ya no solo en sorprender al cliente, si no en pagar nóminas, mercancías e impuestos, más todos esos gastos que lleva mantener un local abierto, creanme a veces hasta sé de lo que escribo. Cuando doy los cursos o contesto a las preguntas que me hacen los jóvenes intento ser lo más sincero posible, a veces incluso hasta les digo la verdad de este oficio,(sobre todo desde que a mi hijo le dio por meterse en este rollito nuestro,) eso que no sale por la tele, les aconsejo se diviertan y disfruten, que no se hagan pajas mentales pensando en ese espejismo que vive inmerso hoy en las cocinas, ya que no hay nada más lejos de la realidad que creer que según se abrochen la filipina ya serán "Chef de renombre", eso es muy difícil de lograr, es un trabajo diario, tener día bueno tras día mejor, incluso hasta un padrino. Cada uno debe ser consciente de en que liga juega, solo unos pocos elegidos hacen malabares con los cuchillos mientras bailan sobre el fogón, el resto es a mirar tras la barrera, ¡¡¡ si Escoffier levantara la cabeza!!!, seguro le daba un cabezazo a la lapida viendo el Show en el que se ha convertido el oficio, con alfombras rojas y luces de neón a destajo indicando el camino a la Meca.
No es lo mismo pillar el recetario de la abuela o adaptar esas recetas aprendidas a lo largo de los años, que crearlas, eso ya es sangre, sudor y lagrimas,muchas fatigas, horas delante de una tabla, horas delante de un fogón, desastre tras desastre hasta dar con lo buscado, no crean que hay una varita mágica con la que uno da a la olla y después de un humo blanco y un chispazo sale la receta y se emplata sola.
 Les cuento todo este rollo por varios motivos, el cliente; muchas veces tiene razón y paga por disfrutar de lo que pide, pero también debe ser consecuente con conocer lo que pide. Los cocineros; no tenemos el don de la verdad, puede que incluso una de nuestras ocurrencias no molen a todos los clientes y debemos partir de ahí, ser realista, por ello intentemos que el cliente por lo menos se divierta en nuestras casas, jugamos con sabor y competimos contra recuerdos de niñez, bastante es sacar una sonrisa.¡uy se me olvidó!, queridos gurús del gremio, ¡oh sumos sacerdotes!, lo primero es el cliente queridos amigos, ¿a que no se lo esperaban?, den las gracias a cada uno de sus visitantes han ido a su restaurante pudiendo elegir otro.
Queridos jóvenes, hagan lo que puedan, diviertanse, disfruten y sobre todo no olviden por y para quien cocinan. ¡¡¡ Viva la diosa de los fogones!!!. Esta va dedicada al gran Xavi Brusca, por lo tanto me despido con una frase suya "SIN MI EQUIPO, NO SOY NADIE".

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