domingo, 4 de febrero de 2018

La Fabada, recordando a Camba y Vilabella



La judía viajó desde América a Europa en el siglo XVI,ya saben, lo de siempre el rollito ese de barcos que van y vienen, la judia cual juguete nuevo fue al principio un lujo extraordinario, accesible sólo a la mesa de los ricos, lo habitual en esa época, ¡uy! y en esta, no avanzamos.Platos como el cocido, los potajes o las lentejas forman parte de nuestra cultura culinaria tradicional y ocupan cientos de miles de páginas en el recetario y en la literatura española, por cierto, hoy toca ¡una de fabada! a parte un homenaje al Julio Camba y José Manuel Vilabella, unos pedazo escritores.
Sigamos con la historia, hay datos que apuntan con certeza a que ya en el siglo XVI se cultivaban y consumían en Asturias las fabes,se desconoce de donde procede la receta, pero se la ha relacionado con un plato francés que se denomina “Cassoulet del Langedoc”, eso si, la palabra fabes viene del Bable,que viene a ser un dialecto asturiano que determina definitivamente el nombre de este plato,aun siendo de origen humilde,ingredientes sencillos y una buena materia prima, se ha convertido en estandarte de la cocina tradicional asturiana, aunque los inmigrantes asturianos por el mundo dieron cuenta de este plato allí por donde fueron. de esta forma hay en algunos sitios variantes de este plato como en las áreas cercanas a la ciudad estadounidense de Tampa, ya saben lo habitual en esos va y viene tan típicos en la historia.En cuanto al grano hay unas cuantas variedades que se usan para cocinar la fabada y son de gran poder energético, la variedad que se emplea en la fabada es la que se denomina "de la Granja", es una variedad suave y mantecosa apropiada para este plato.

”La gastronomía es un arte de clases medias y, mejor aún, de esas clases alternas que pasan meses de privación y semanas o días de opulencia”

Al comer mi primera fabada, yo procedí como procedo siempre ante un manjar inédito y gustoso. Me tome un plato. Me tome otro. Y cuando termine el segundo plato, me dije:

-¡Hombre! Esto de la fabada no parece que esté nada mal. No va a haber más remedio que decidirse a probarla…

Cuarenta y ocho horas después, yo hacía todavía, en mi hotel de Gijón, una brillante imitación del anaconda, animal que, como todos ustedes saben, come de una vez para toda la temporada, y postrado en el lecho, arrancaba melancólicamente las hojas de una florecilla para ver cual sería mi provenir: si el reformismo o el hospital.Julio Camba


Receta.
Fabes frescas
Cebolla
Ajo
Lacón
Chorizos asturianos;
Morcillas asturianas;
Panceta desalada
Azafrán
Sal y pimienta.
Agua o caldo.


Comencemos por el compango, en el que destaca la morcilla, obligatoriamente asturiana: con cebolla, ahumada y reseca, el caldo la hinchará y ella le prestará todo el sabor. El chorizo y el lacón son también imprescindibles, y a partir de aquí vienen las disputas entre los puristas y el resto.
El asunto arranca como casi todo estos platos, en el culo de la cazuela, pochando la cebolla y el ajo, luego añadimos el resto de ingredientes uno a uno hasta que se hagan coleguitas.




José Manuel Vilabella decía así, la fabada es el plato regional que despierta pasiones imperecederas. “que no deben de interpretarse como ascos que el cuerpo suelta, sino como relinchos de satisfacción de ese animal que todos llevamos dentro”. Comparado “con los cuescos del cocido, veremos que es el pedo fabadino cantarín, espontáneo y liberal, mientras que el que se basa en el garbanzo es retorcido y poco noble; torvo y malencarado”.
Un servidor es muy fan de estos dos crack, Camba y Vilabella o Vilabella y Camba, que más da, "Piensa que la crítica es siempre subjetiva, que muchos gustos personales están impregnados por recuerdos de la niñez y que no hay que dejar que los ilustrados de la gastronomía sean los únicos que guíen nuestros gustos y costumbres. Para él la gastronomía es sobre todo diversión."
Seguro hubieramos hecho buenas migas, en contra de los puristas y alzando el puño en favor de la diversión en los fogones, bendita literatura, ¡Larga vida al rock and roll".

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