domingo, 5 de noviembre de 2017

Malela Comidas & Café.



Pasan los años a toda pastilla y sigue aumentando esa pandilla en forma de nuevas ramas que no son otra cosa que más peña divertida con mucho tronío. Existe una curiosa historia que no desvelaré para no desviarme un segundo más del asunto que hoy nos reúne, que es plantarnos de una santa vez en Malela, pero si les diré que poco a poco el lugar encendió la lumbre, se liaron a guisar y... aún siguen preocupados por una clientela a la que consideran de la familia. Todo el mundo debería visitar una vez en la vida por La Laguna, encontrarán este pequeño y coqueto restaurante en tierra de tascas,así que para entrar en faena de una santa vez les iré guiando al local que hoy nos entretiene,Lucía y Aníbal, Aníbal y Lucía, son quienes pilotan la sala con proximidad y sin caer jamás en el compadreo, corre por sus venas esa sangre caliente que los lleva por el mundo tras el rastro de lo comestible, no se si me entienden.Nunca conocimos semejante capacidad de disfrute y de convocatoria.

Casi todos buscan sentarse en la estancia primigenia, aquella en la que dieron de comer a profesores de universidad y auto-escuela, músicos y fontaneros, cocineros y árbitros, literatos, lingüistas, escultores, obispos, escayolistas y hasta la vecina del quinto, pues todo amigo y enemigo, alguna vez en su vida, quiso probar el steak tartar, o esos sabores canarios y la tortilla de manzanas y setas clásico en Malela, por si alguno aún no se dio cuenta, dedíquenle un buen rato a sentirse bien a gusto, admirando dónde los sentaron, y pregúntense cómo y porqué demonios terminaron allá apalancados. Quizás celebren una despedida de soltero, o llegaron por méritos propios cumpliendo un inalcanzable objetivo de empresa o quizás sean ustedes unos golfos y estén festejando un pedazo de polvo echado a media mañana, tanto da. En esta casa no pasó lo que a muchos otros que quedaron aturdidos por el cambio de hábitos y la eliminación de las fronteras, en este local aceptaron y entendieron el avance del tiempo.Hay a quienes nos mola divertirnos y mostrar esa manera tan personal de entender la vida a través de la comida que hicimos propia, puede nos equivoquemos o puede que no,a un servidor le gusta ese rollito de cambiar platos según temporada,a nuestro equipo lo intentamos formar en base a esa diversión y nuestra absoluta locura en como interpretamos el oficio,que le vamos a hacer, como dicen en el circo ¡¡¡ señoras y señoras, niños y niñas, pasen y vean (o coman).

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