jueves, 4 de mayo de 2017

Un día en el Chipi Chipi, un restaurante emblema de La Palma.

Hay días que nos despertamos nostálgicos y hoy nuestros recuerdos decidieron ir a La Palma, ya ven caprichos del subconsciente, como la Ermita de Las Nieves es obligada, eso hicimos, dos Ave Maria y tres velas después continuamos el viaje rumbo al mirador de la Concepción, el barrio de Velhoco, nos hizo detenernos... ¡¡¡Un olor con recuerdo a infancia!!!, desde niños íbamos a esta casa a comer, cuando era de madera y todos los visitantes firmaban, se imaginan semejante mural, muchos terminaban con un ¡yo estuve aquí 1980!, aún recordamos siendo casi adolescentes el cambio radical que dirían las teles hoy diseñado por Luis Morera, la preciosa entrada, el comedor principal, los reservados, los colores... pero sobre todo queridos amigos, los olores y ¡como no! los sabores, si no han descubierto aún donde nos encontramos es que no han visitado La Palma, hoy nos entregamos al pecado, sucumbimos ante el placer inmenso de la parrilla en el restaurante emblema de la isla, ubicado en la capital palmera en el barrio anteriormente citado y bautizado como El Chipi Chipi, como veníamos de ver a nuestra patrona aún traíamos esas palabras bíblicas que tan bien defienden en esta casa "dad de comer al hambriento y de beber al sediento".
Más de medio siglo abierto, desde potajes a pollos, pasando por "garbanzas" y terminando en carnes han pasado por sus brasas. Es un restaurante generacional y familiar, partiendo de esa base y de que es cocina del terruño pues no les sorprenderá que sean raciones abundantes, ni encontrar platos característicos como puede ser la sopa de picadillo esa sopa clásica palmera, o todo tipo de carnes como conejo, cerdo, todo con el típico grillado de la parrilla, queso asado, chicharrones y mojos no pueden faltar, buen vino de la tierra, agradable compañía, miles de recuerdos que terminan con un ¡se sigue comiendo como hace años!.
Buen servicio, grato, amable, simpático.
No olviden pillar número es increíble el lleno, como en el médico salvo la diferencia que en el Chipi Chipi si merece la pena esperar...
Seguro dejamos mil cosas en el tintero, pero no importa, como dijimos al principio es parada obligada, llega a ser tradición como la navidad o el día de reyes, vuelven año tras año, por lo tanto tendremos que volver.
Uyyy que recuerdos que nostalgia, una alegría para el cuerpo, que la diosa de los fogones los acompañe.

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