lunes, 10 de abril de 2017

Nuestros garbanzos con bacalao.

La Cuaresma hace que saquemos nuestro lado más marinero, siguiendo esa antigua tradición de evitar comer pescado los viernes de ese periodo, e incluso el Jueves Santo, seguro que vemos el tradicional potaje de vigilia, por ello con los mismos ingredientes como protagonistas nosotros les ofrecemos algo distinto, original y creemos que divertido. Los invitamos a cocinar con nosotros, con nuestra ya habitual forma de volver este asunto de los fogones en algo entretenido y en esta ocasión puede que hasta mágico. Podríamos hacer algo habitual en Gastro7islas, que caracteriza nuestras recetas de las del resto, la historia de cada plato, puesto que consideramos que cada receta posee una historia, esta en cuestión si la vemos tal cual, por su nombre puede entiendan es un potaje vigilia sin espinacas, ¡sorpresa, sorpresita!, no lo es, hemos creado una receta para ustedes y hoy comienza su historia, compartan entre familiares, amigos y porque no, con la vecina del quino, ¡Hagamos leyenda juntos!. Toca cocinar y dejaremos que ustedes con su comentarios bauticen este plato.
RECETA.
     Para la cocción del garbanzo.
500 gr de garbanzos.
300 gr de bacalao desalado.
1 zanahoria.
1 puerro
1 cebolla.
1 pimiento verde.
1 cabeza de ajo.
     Para el sofrito.
1 cebolla.
1 pimiento verde 
1 pimiento rojo.
1 cabeza de ajos.
1/2 vaso de vino afrutado, nuestro secreto es que pondremos un chorrete de pernod.
Una cucharada de pimentón.
Unas almendras peladas y machacadas en mortero.
Una cucharada de mojo rojo.
Una guindilla.
Hinojo picado.
Sal, pimienta negra, tomillo y laurel.
    Guarnición.
Unos chips de batata.
Huevo duro.
1 Trancha de 150 gr de bacalao por persona.

En una cazuela ponemos el bacalao unos 4 minutos y retiramos, reservando y desmigajando. Introducimos la zanahoria, el puerro, el pimiento verde y la cabeza de ajos. Al romper el hervor presentamos a los garbanzos. Dejamos cocer lentamente hasta que el garbanzo esté tierno. 
Retiramos la verdura y la trituramos.
Confitamos una trancha de bacalao fresco en aceite de oliva. ( Cocinar en aceite de oliva a una temperatura inferior a 60º, el punto ideal es que se empiece a separar la carne en escama. Al no ser nunca igual el ancho de los lomos, no daremos tiempos.
En una sartén ponemos a bailar el ajo, añadimos la cebolla y los pimientos, seguidamente las almendras. El vino y dejamos reducir, incorporamos el mojo, pimentón ahumado y las especias, seguimos con las verduras trituradas de la cocción, fuego lento unos minutos e incorporamos a los garbanzos. Terminamos con el pescado desmigado y la guindilla, ¡ole, ole!.
Hacemos unas chips con la batata, dejándolas bien crujientes y las colocamos en el plato sobre nuestros garbanzos, ponemos un huevo duro picado, hinojo picado, la trancha de bacalao confitada y ¡a comer!

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